...

Por diseñar castillos sin almenas perdí, otra vez, las llaves de mi casa.

viernes, 20 de agosto de 2010

Al borde del perdón

-Nunca te dije que fuera fácil. Nada en la adolescencia, según mi madre lo es.
A falta de réplica, volvió la cabeza para averiguar si su acompañante había dado marcha atrás..pero no, seguía allí, pálido, mudo, ido..
-¿No te vas a atrever? Lo hemos hablado mucho, no quedan palabras ya, esto acabará con los reproches.
-Calla...
-Yo lo voy a hacer, como siempre, seré más fuerte, más valiente que tú...más...
-Calla...
-Ven, dame la mano, hagámoslo juntos, será más fácil para alguien tan débil como tú.
Él le cedió la mano. Ella la apretó, intentando transmitirle fuerzas, intentando decirle con ese fuerte contacto que estaba allí, que estaban juntos.
-Tú...me quieres,¿verdad?..Me has..perdonado,¿verdad?
-Calla...dijo ahora ella.
-Si esa es tu respuesta, pensaré que ni me quieres, ni me perdonaste.
Ahora no hubo réplica por su parte, con una rapidez pasmosa, soltó su mano, se colocó a sus espaldas...y le empujó.
Ni siquiera se le oyó gritar, ni siquiera esperó a oír el golpe, seco o no. Serenamente, se dio la vuelta y deshizo sola el camino que ambos hicieron hasta allí.
"Sí, te quiero, (pensó) pero no podría perdonarte. Ya nunca querrás a nadie más que a mi."

1 comentario:

  1. "... pero si hay algo que es cierto
    es que te quiero un mundo entero
    con su belleza y su fealdad
    ¿por qué no puedes aceptar
    que esto no se trata más que amor mío
    de morir o de matar?"

    Nacho Vegas (Morir o matar)

    ResponderEliminar