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Por diseñar castillos sin almenas perdí, otra vez, las llaves de mi casa.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

En el aniversario de tu ausencia

Extraña noche... aquella noche, donde en silencio dijimos adiós, entre el llanto y el perdón...
No más deambular por el mundo sin reposo, no más ir y venir sin descanso.
¿Se acabó el peso que la culpa te impuso? ¿te sientes más liviano?
¿Se te cayó la capa con la que el dolor te cubrió?
Siempre estarás en mí,
no sé, allá donde habites,
si yo estaré en ti...
Pero padre e hija seremos, al menos...
hasta el final de mis tiempos.
Me acuerdo de ti...
del que no fueras..nunca...
Y a veces pronuncio tu nombre, a sabiendas que, al igual que en vida, no contestarás... nunca aprendiste a hablar.
Recuerdo el ceremonioso ritual, símbolo del adiós definitivo. Viéndote allí, erguido en tu ataúd, luciendo un traje que nunca fue tuyo, luciendo la fria presencia de la muerte, con tu rostro firme, los ojos cerrados y los labios tan quietos, sin rictus, con esa palidez tan propia de los muertos...
Recuerdo los momentos de quejumbrosa enfermedad, recuerdo, a veces, creer que la fingías, para hacerte notar en tu egoísmo, digan lo que digan yo se, que hubo momentos en los que así fue, no es un reproche, no me arrepiento de seguirte el juego, eras ya...un niño grande... y yo quise ejercer de algo de lo que raras veces ejerciste.
Recuerdo cuantas veces, desahuciado de la vida, en medio del dolor, volviste de la muerte...
Por eso resultó...
extraña noche...la de aquella noche, la noche del adiós silencioso...
Esta es otra de mis tantas despedidas, otro de mis tantos alaridos, de mis reclamos, de mis reproches... porque sigo viviendo con esta muerte tuya...que también es la mía...

2 comentarios:

  1. De repente se me han caído las gafas de sol y, ahora, en los inicios de la noche, es cuando descubro que, quizá, estoy distrayéndola de su sentimiento de culpabilidad, o revoloteando alrededor de sus reproches como una fastidiosa mosca. Si fuera así, le pido mil perdones por entrometerme en ceremonias ajenas.
    Usted sabe que no era mi intención.

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  2. No he sentido intromisión alguna por su parte, podría guardar mis reproches y mis culpas a vista de nadie, pero a la vista están...
    Esto no es más...que gritarlas en silencio. Desahogo.
    Siga usted revoloteando sobre ellas..(todo lo que quiera)

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