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Por diseñar castillos sin almenas perdí, otra vez, las llaves de mi casa.

miércoles, 22 de junio de 2011

Cansada de que se cuestionen mis dudas, debería buscar una receta que las haga diregibles, y tragarlas, una a una, despacio, descubriendo su sabor, que intuyo amargo..
Cansada de que se cuestionen mis verdades, debería aprender a soltar las mentiras que acumulo en mi garganta oxidada. Y sonrío (¿complaciente o complacida?) ante todo lo que dan por sentado en mi vida.
Alimento sueños imposibles, que suelen coincidir con días(noches) febriles, para no dejar de soñar nunca, para no crecer más que lo extrictamente necesario(un poco menos, si es posible).
Aquel que dijo que deberíamos conformarnos, ya que el mundo no es perfecto, no debería tener mucha imaginación. Si llenas los vacíos con abrazos silenciosos, puedes llegar a volar...
Y sé que veré, al mirarme al espejo, como mi futuro me mira, expectante, siempre esperando más de mí... deberían los espejos aprender a dar abrazos sonoros..
Nadie dijo nunca que esto tuviera que salir bien, pero siempre me ha gustado la sensación de saber que mi número estaba desahuciado. Y no creo que nada intrigue más que el saber qué será de nosotros al pasar la página, al doblar la esquina...al bajar el telón. Y tras miles de esquinas dobladas, llegará la conciencia...de una vida inconsciente, inconstante.
Una vida transcurrida persiguiendo, buscando, preguntando... pero nunca llegando a saber..
Debería haber manuales que enseñen a desaparecer...

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