...

Por diseñar castillos sin almenas perdí, otra vez, las llaves de mi casa.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Cascando*

1
Por qué no simplemente no esperar
a ser ocasión de
un vertedero de palabras.

¿No es mejor abortar que ser estéril?

Después de tu partida las horas son tan tristes
siempre empiezan a rastras demasiado pronto,
los garfios desgarrando con ceguedad el lecho de miseria
rescatando los huesos, los amores antiguos,
cuencas una vez llenas con ojos como tuyos
¿es mejor siempre demasiado pronto que jamás?
negra necesidad salpicando los rostros,
diciendo una vez más, nunca flotó lo amado nueve días,
ni nueve meses,
ni nueve vidas.

2
Diciendo una vez más,
si no me enseñas tú no aprenderé,
diciendo una vez más,
existe un último atardecer de últimas veces,
últimas veces de mendigar,
últimas veces de amar,
de saber no saber simular,
un último atardecer de últimas veces de decir,
si no me amas nunca seré amado,
si no te amo ya no amaré nunca.

Un batir de palabras gastadas, una vez más en el corazón,
amor, amor, amor, golpe de un émbolo antiquísimo
moliendo el suero inalterable
de las palabras.

Una vez más aterrado
de no amar,
de amar pero no a ti,
de ser amado y no por ti,
de saber no saber
simular.

Yo y todos los otros que te amen,
si te aman.

3
Amenos que te amen...

(Samuel Beckett.)

Nota del traductor;
*Cascando; -da idea de caída.
-Nueve días; -alusión a la creencia popular de que el ahogado volvía a la superficie al cabo de nueve días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario