...

Por diseñar castillos sin almenas perdí, otra vez, las llaves de mi casa.

martes, 30 de octubre de 2012

Malditos mis silencios y sus pociones que producen náuseas,
maldita poesía maldita que trepa por los huesos
y se estanca en cualquier parte del cuerpo que se pueda quebrar...
Malditas melodías que suenan una y otra vez en la cabeza
y que ningún gramófono consigue rayar.

Maldita incertidumbre inconsciente y constante,
que deja paso a una claridad dolorosa
al mirar el reloj y leer palabras que llegan a deshoras...
Palabras que no recueras textualmente,
pero que evocan dolores... y más náuseas.

Maldita necesidad de querer saber más allá
de lo que está a la vista, de lo palpable..
que cuando no puedes hacerte más daño,
pones trampas para que te lo haga quien menos desearías...
Eso tiene un nombre; masoquismo, creo que le dicen...
O exceso de confianza en quien confia(ba)s.

Maldita memoria que hace que me cueste
reconstruir los hechos,
pero que no deja de recordarme el camino
convertido en escombros que transité hasta llegar a...
La Nada.

Y fuí yo.
Lo sé.
Lo estropeé.
E interpreté luego bien mi papel de víctima negándome
a un amor estropeado.
Me alejé incapaz de volver a apostar.

Bendita esperanza...
porque a pesar de todos los ladrillos desfigurados
no he olvidado los palacios que quería construir.

Empezaré reconstruyéndome...

2 comentarios:

  1. Reconstruye sin pausas,
    no tengas prisa,
    la soledad y el silencio
    tardarán en acostumbrarse
    pero al final
    terminarán por aceptar tu victoria.

    DonJosé

    ResponderEliminar
  2. Espero, esta vez, no empezar por el tejado...

    ResponderEliminar