los dientes hambrientos del ojo
cubiertos de hollín de seda
abiertos a la lluvia
todo el año
el agua desnuda
oscurece el sudor de la frente de la noche
el ojo está encerrado en un triángulo
el ojo a velocidad reducida
mastica fragmentos de sueño
mastica dientes de sol, dientes cargados de sueño
el ruido ordenado en la periferia del resplandor
es un ángel
que sirve de cerradura a la seguridad de la
canción
una pipa que se fuma en el compartimento de
fumadores
en su carne los gritos se filtran por los nervios
que conducen la lluvia y sus dibujos
las mujeres lo usan a modo de collar
y despierta la alegría de los astrónomos
todos lo toman por un juego de pliegues marinos
aterciopelado por el calor y el insomnio que lo
colora
su ojo se abre sólo para el mío
no hay nadie sino yo que tenga miedo cuando lo
mira
y me deja en estado de respetuoso sufrimiento
allí donde los músculos de su vientre y de sus
piernas inflexibles
se encuentran en un soplido animal de hálito
salino
aparto con pudor las formaciones nubosas y su
meta
carne inexplorada que bruñen y suavizan las
aguas más sutiles.
-Tristan Tzara-
No hay comentarios:
Publicar un comentario