Conozco la sonrisa brillante de las mañanas,
las tardes melladas, las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres de aspa de molino,
sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas,
sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca.
Sé de las palabras inútiles como volutas de humo,
y de camas deshechas como lienzos desflorados.
Sé de los bordes cortantes del canto herido
Sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo,
ese rostro vagamente familiar
que me mira, a cada instante…
...desde el espejo."
Kutxi Romero
Sobre espejos, comparto uno del maestro Algora...
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Mi amor es un espejo
en un mundo deshabitado.
El amor está
pero sin nosotros.
—"Otro rey, la misma reina", Sergio Algora—